Hace 11 años que conozco al protagonista de mi entrevista, por aquel entonces yo estudiaba imagen y y sonido en el Cifp César Manrique ( en aquellos años Ies César Manrique). Un día vi un anuncio sobre un taller de cine que iban a empezar en el Centro Ciudadano San Jerónimo en Taco. Cuando llegué allí, estaba Luis como uno de los docentes, el y su insaciable cámara de fotos, que siempre le acompaña a todas partes.
Vamos a conocerle un poquito más...
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¿Quién es Luis Adern Ortoll?
Un catalán venido a menos (se ríe). Luis es
un cineasta, un productor, un montañero, que llegó aquí en 1965, proveniente de Lérida. Eso
básicamente y que llevo muchos años en
el mundo audiovisual.
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¿Quién te metió en el mundo del cine?
En el mundo del cine, no me metió realmente
nadie. Todo fue que me regalaron una cámara de super 8 con 16 años,previamente
ya me habían regalado una de fotografía con doce años, y eso fue lo que me
enganchó. El cine sabía lo que era, pues había ido de niño a todos los cines que habían en Santa Cruz,
pero ya hoy en día no existen. Me regalaron una cámara y dos o tres cartuchos,
de super 8 y me dije vamos a ver qué es
esto. Después me quedé encantado. Vi la magia que salía de ahí. En esa época ya empecé a rodar super
8, luego 16mm, 35mm y ya después con formatos digitales.
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¿Cuáles fueron tu primer cortometraje y largometraje?
El primer cortometraje, creo que fue,
“Huida”. Antes de hacer cortos, hacía documentales de naturaleza y expediciones.
Estuve rodando en Suramérica, Alaska, África y en muchos lugares. Expediciones
de montaña y aquí de naturaleza. El primer largometraje, fue una cosilla llamada “Salvo deseo”. Aquí estuve como productor,
en el equipo de cámara. Luego participe
en otros largometrajes como productor, operador de cámara, como director
de fotografía etc.
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¿A qué proyecto le tienes un cariño especial?
¿Por qué?
Le tengo bastante cariño, al documental
“Pakistán”. Fueron dos meses de expedición, tuve que hacer el papel de
montañero y de cineasta, algo que es bastante complicado. Y luego las
veinticinco horas que hemos traído de Suramérica. El documental que hicimos,
que está sin editar, y sin hacer el tele cine lamentablemente. Estuvimos dos
años, la experiencia más intensa y más bestia que he tenido. Porque fuimos para
estar seis meses y al final estuvimos dos años sin volver a casa. Recorriendo
todo el continente de Suramérica, ¡agüita!
Allí rodamos en 16 mm, con una
cámara que no era réflex, ¿sabes lo que es réflex no?, miras por el visor,
tiene un pentaprisma y lo que está viendo el objetivo lo ves. Y las cámaras de
visor son,las que tiene la ventanita por un lado y la óptica por otro. Que no coincide,
¿esto lo sabías no? Que los visores no
coinciden con lo que está viendo el objetivo. Pues era una cámara no
réflex, entonces no sabía prácticamente lo que estaba haciendo y con un
fotómetro a mano. La película las dejábamos en las embajadas de España y luego
las mandaban aquí, a la Televisión Española para qué las revelaran.
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Yo te llamo el hombre orquesta porque tocas
muchos ámbitos en el cine, ¿dónde te sientas más cómodo?
En la dirección de fotografía,
indudablemente, me gusta el sonido, pero no mucho, la producción no me gusta, pero se me da bien. Con todos los trabajos que hemos hecho, no solo en Ópera
Prima, he ido formando una agenda, que me permite resolver casi todo.
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¿Qué es lo que te queda por hacer en el mundo del cine?
Todo y nada, porque aquí no acaba. El que
diga que ya lo ha hecho todo, es que se está haciendo viejo. Todo, porque todos
los proyectos son novedosos y tienen su cosa. Menos la animación yo creo que he
tocado todo, ya sea directamente o indirectamente.Me gustaría hacer un par de
largometrajes por ejemplo históricos, eso me interesa mucho. Thriller, de
ciencia ficción y poder vivir de esto.Vivir de esta pasión.
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Otras de tus pasiones y por la que has recorrido
medio mundo, es tu amor por la montaña. ¿Has coronado muchas?
Si, bastantes montañas de 5000, 6000,7000,
en Alaska, Japón, Pakistán, Marruecos, Argentina, Chile, bueno en un montón de
sitios. Y ahí sí que me desenvuelvo como pez en el agua, tengo mucho instinto,
es lo que me ha salvado la vida. Conozco a la montaña, pero lo que no quiere
decir que un día en una excursión en Anaga, me dé un traspié y me abra la
cabeza. Pero he estado en situaciones, muy, muy peligrosas y he escapado.
Porque la conozco y soy consciente de que eres una cagada de mosca en la
montaña, no te puedes creer nada, debes ir tranquilito. Y después leer las
señales, si la naturaleza dice que no, ni se te ocurra, porque si no la cascas.
He sido testigo de muchas muertes, de amigos y de conocidos, es muy duro.
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¿Alguna vez has tenido algún problema, y has
pensado que no volverías a casa?
Si, en Pakistán, por ejemplo, veníamos de
portear al campamento dos, que estaba a 6000 metros y cayó un alud, yo me subí
la braga de cuello y cogí el piolé, y pensé, que manera más chunga de morir es
esta. El compañero que estaba a mi lado,
su cara estaba descompuesta. El alud pasó a 50 metros por encima de nosotros,
no nos tocó. Y después me dijeron, vaya
unos cojones que tienes Napo (así es como me llaman en la montaña) y yo les
respondí; si hay que morir, se muere con
dignidad. Es una manera chunga, porque piensas la voy a cascar aquí, y pasó
como a 50 metros y no pasó nada.
Y de hecho estando allí, se murieron seis personas, que las conocía a todas en Pakistán,
en esos dos meses. Y cuatro de ellas
fueron por aludes y los otros dos porque el viento los levanto y los estampo
contra una arista. Cuando la montaña dice que no, es que no.
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Cada año
sueles liderar un grupo en Marruecos. ¿Qué significan para ti estos
viajes?
Hombre, significan evasión, desconectar con
este mundo de aquí. Hay días que me veo muy atorado, con muchos calderos al
fuego y ahí pues me olvido. Voy a hacer montaña, a hacer fotos y me encanta el
mundo bereber y la geografía de la zona
y me desenvuelvo ahí como pez en el agua. Sobre todo es eso la evasión que
consigo al irme, y el trabajo que me traigo, este año traje pocas fotos,
5200.Pero normalmente traigo en ocho días
12000 y 16000 fotos. Muchas veces cuando voy a una aldea me dicen que no
puedo sacar fotografías y ya las he hecho todas (se ríe). Soy muy discreto
haciendo fotos. Lo que hago es robar fotos pero siempre con mucho respeto, no
es para jugar con ellas, ni cosas raras. Si no un poco para mostrar su mundo.
Que se parece a cuando yo era niño, las calles de tierra, ir a buscar el agua
en cacharros a la fuente. Hay muchas cosas que se parece a cuando yo era
pequeño, en la España de hace 40 o 50 años…
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Alguna anécdota o experiencia de alguno de tus
viajes.
Me ha pasado de todo (se ríe). En Perú, en
un templo de la cultura más antigua de Perú. Lleve una cámara de cine para filmar, dentro del templo se
paraba y fuera comenzaba a filmar. Después el fotógrafo vacilándose conmigo,
porque a él si le disparaba la cámara, pues todas las fotos salieron con fallos
de sincronismos (del flash), o sea que solo salía la mitad de la foto. Después
hablando en Lima, con un canario, nos presentó a un director de cine Juan
Carlos Torrico y me dijo que a él, también le había pasado lo mismo, que dentro
del templo no le funcionaba la cámara pero fuera sí. Entonces, me dijo que se
puso de rodillas a implorar que le dejasen filmar, dice que oyó un ruidito y
pudo filmar.
Después aquí, en la avenida Trinidad, que
nos dejaron una casa, que fue particular y luego asilo de ancianos. Había un
cuarto en el que en un día, dos cámaras y dos grabadoras digitales se pararon.
Se abrían las puertas y se cerraban solitas. Nos pasaron esas cosas raras.
En el camino del Inca, fuimos de la senda
chica andando cuatro días, a subir a Machupichu y se me estropeó la cámara de
cine, solo tengo un par de fotos, que hicimos desde la parte alta. Yo iba con
el colega y solo llevaba la cámara de cine y no llevaba cámara de fotos. Y
bueno hay sitios que se estropean las cosas…
Al final
todo es una experiencia. En Perú, subimos una montaña, por la noche
subimos a la cumbre, más de 6000 y
poquito metros. Sin correas, y llegando estaba saliendo el sol, le hicimos la
foto y cuando empezamos a bajar y vimos por las grietas que habíamos pasado y
nos acojonamos. Nos atamos y empezamos asegurar todo el recorrido para abajo.
Es como si tú subes el Teide y no te das cuenta
de las grietas… pero bueno ahí estaba el angelito de la guarda. Cuando
subimos dijimos “mi madre por aquí subimos, y no nos caímos de milagro”.
¿Cuál es
tu fotografía favorita?
Bufff... no lo sé.Ahí si que me pierdo, hay
muchas fotografías que me gustan más y otras menos. Pero no tengo ninguna foto
favorita. Me gustan las fotos de los bichos un montón y de paisajes. Pero no
tengo ninguna favorita.
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Un director: Stanley Kubrick, Andrei Tarkovski, François Truffaut, Francis Ford Coppola.
Director/a de fotografía: Néstor Almendros, me
gustaba mucho pues tenía una fotografía muy naturalista. Irmand Bermang el que le hacía la fotografía.
La fotografía inglesa me encanta, como iluminan los directores de fotografía
inglesa. Es muy natural, no notas que está iluminado. Si tienes muchos pepinos
de luz, lo puedes hacer, pero el que te enseñé antes de los cañones, teníamos
dos focos. (Habla de un vídeo que me había enseñado).
Se conoce que llevas mucho tiempo llevando acabo “el proyecto
opera prima canarias”. ¿Cuándo comenzó el proyecto? ¿por qué lo iniciaste?
¿Cuántos cortometrajes llevas realizados?
El proyecto se puede decir que comenzó la primera vez que
empece a ayudar a alguien hacer un corto. Y en años podría ser casi 15 años que
llevo con el proyecto. Iniciamos este proyecto
para ayudar a esas personas que salían
de cursos, de las escuelas de imagen y sonido, actores, técnicos…gente
que no tenía recursos y que de alguna manera, gracias a nosotros podía llevar a buen puerto su proyecto.
Exactamente no te sabría decir pero alrededor de los 150 y
200 cortometrajes.
¿Crees que hace falta más reconocimiento, publicidad?
Lo conoce mucha gente,pero hay una apatía general a no
apoyarlo, no interactuamos mucho con el personal en general pero tampoco tenemos posibilidades económicas. Si
tuviéramos algún apoyo de alguna institución mensual o anual, una partida, pues
entonces si podríamos publicitarnos más y estar más en redes.
Con todo el conocimiento que tienes, ¿te planteas dar cursos
sobre cine o fotografía?
Si, claro. Ya los he dado y daremos. Realmente no es que yo
sea un gran fiera. Lo que si tengo es mucha experiencia, he rodado mucho, se
muchos pequeños trucos y muchas cosillas que hacen falta para sacar un buen
proyecto.
¿Consideras que el cine en Canarias está resurgiendo?
Pues no sé que decirte. Ahora con la democratización de los
aparatos, cualquiera tiene una cámara o una grabadora, cuatro luces y claro ha
bajado el nivel. Esta resurgiendo, se están haciendo muchas cosas pero también muchas cosas muy malas, también hay
cosas buenas por supuesto. Pero, no se un cine canario potente y con una seña
de identidad creo que todavía estamos un poquito lejos.
¿Se debería apoyar más a los noveles y no tan noveles para
desarrollar proyectos? (ayudas de instituciones)
Claro hay que ayudarles a los noveles y no tan noveles cuando empiezan su carrera, hay que
darles su empujoncito porque si no se frustran
al no tener ayudas ni apoyos ya sea de instituciones publicas o privadas
se le baja la moral. Nosotros hemos ayudado a mucha gente que ha salido luego para adelante. En general
han sido muy agradecidos pero también
hay otros que han salido para adelante y se han olvidado de sus orígenes.
Desiree Ramos
Fotografías: Algunas cedidas por Luis Adern Ortoll, las otras realizadas por Fernando Navarro, Nina Peña y Desiree Ramos.
Máquina de hombre...a su lado en el Sáhara y él tan humilde y sonriente.
ResponderEliminarOrgullosa que me siento de haber compartido almuerzo en la misma mesa a su lado.
Mucha suerte gran hombre..
Sobre todo, una gran persona, gracias Luís por haberte conocido.
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