lunes, 7 de enero de 2019

Nueva entrevista...




Belén Valiente




El 2018 para mí fue un año de descubrimientos de personas increíbles. Ella es Belén, una mujer fuerte, creativa, con ganas e ilusión, pero sobretodo como su apellido dice VALIENTE. La conocí en un taller de teatro con el gran  Juan Carlos Tacoronte. Poco a poco fui descubriendo  el talento que tiene  en teatro. Pero lo que desconocía es que escribía poesía, con el tiempo y con confianza  nos fuimos conociendo más y llegó a mis manos "Nudismo", un libro de poemas, que te remueve por dentro y con el que te sientes identificada de principio a fin.  Como diría Federico García Lorca "Hay almas a las que uno tiene ganas de asomarse, como a una ventana llena de sol",esto me pasa con Belén tiene tanta luz que tienes ganas de saber más sobre ella y su obra, así que te invito a conocerla un poco más.


¿Quién es Belén Valiente?

Esa es una pregunta un poco complicada. Supongo que estoy constantemente buscando quién es, siempre he estado en un profundo proceso de descubrimiento para averiguar quién es esa chica. A día de hoy, podemos decir que es una mujer con ganas de crear las cosas que quiere ver en su mundo y que ahora mismo lo hace a través de la escritura.


¿Por qué empezaste a escribir poesía?

La poesía para mí era una forma de desahogarme, de intentar buscar lo que no entendía. No entendía las cosas que pasaban en mi cabeza, en mis pensamientos, en mis sentimientos. Para darle salida empecé a volcarlos en el papel a ver si allí lograba ordenarlo y por fin, podía entenderlo. No entendía nada pero me aliviaba mucho. Era como una terapia, me vaciaba y me quitaba todo aquello que me estaba dando vueltas en la cabeza. De una manera que podría decirse creativa.


¿Qué te da la poesía a la narrativa?

En realidad yo creo que se me da mejor escribir narrativa que poesía. Lo que pasa que para escribir narrativa tengo que ser más disciplinada, confiar un poco más en mí. Como no es algo que me surge, como un impulso, sino algo más planificado, no le hago caso a la llamada de la narrativa. La poesía es algo instantáneo, lo que yo siento en el momento lo vuelco. Para escribir soy un poco perezosa, tendría que trabajar y esforzarme más. Pero estoy trabajando en ello, en poner un método y dedicarme a escribir. También es verdad que me obsesiono un poco con el resultado. La poesía surge, sale, está bonita y es escribir y ya. La narrativa me parece más creativa y necesito poner más de mi parte. Por eso digo que me obsesiono, al final debería disfrutar más y ya está, sin pensar que quede bien o mal. Ahí estoy, con mi afán de perfeccionismo. A ver si lo rompo.




¿Por qué titulaste a tu libro “Nudismo”?

Cuando empecé a recitar en público, la gente me decía que cómo era capaz de mostrarme de esa manera tan desnuda. No tenía ningún pudor hasta que me lo plantearon porque yo pensaba que eso era lo sentía y que mostrarlo estaba bien. Luego, poniéndome en el lugar de la gente vi que a ellos sí les daba pudor ver la tristeza, el dolor, las emociones desagradables de otra persona. No pensé que eso estuviera mal. Es un nudismo que pienso que deberíamos hacer todos para ver quiénes somos nosotros en realidad detrás de todas esas capas que nos han dicho que tenemos. He estado haciendo un nudismo progresivo, lo sigo haciendo, intentando quitar lo que ya no soy. Creo que hay que sacar lo que nos molesta. Y bueno, me decían que era nudista a la hora de recitar y por eso se llama así.

¿Cómo sientes que un poema está terminado y cómo lo corriges?

De entrada, yo era amiga de escribir el poema y de que se quedara tal cual. Me parecía que aunque estuviera imperfecto, estaba fresco y era de verdad. Toda esa mentalidad la tuve que cambiar cuando llegó la hora de preparar el libro porque quería que la gente tuviera un resultado completo. Me costaba mucho, (ahora ya no tanto porque me he entrenado), ver que
un poema tenía tantas ramas como un árbol y que había que ir podándolo. Para podarlo lo que hago es eliminar las ideas que se repiten. Antes era muy reiterativa, te hacía el enfoque de una emoción, luego te la volvía a presentar hasta que al final me di cuenta que no quería resultar pesada, ni que diera la impresión de que hablara todo el tiempo de lo mismo. Hago una condensación de lo más importante. Puede parecer que se le hayan quitado las flores y las ramas al árbol, pero la emoción sigue estando y la gente la ve, aunque falten muchas flores y algunas ramas. Para un autor es complicado ver que su obra tiene que sufrir modificaciones. Es un trabajo bastante duro, pero estoy contenta de ver que lo que era, ha mejorado y que ahora se ha convertido en algo más completo.

¿La poesía es hija de la inspiración o del trabajo?

Yo escribo desde la inspiración y luego hago el trabajo. Hay gente que para escribir un poema, tiene una idea, empieza a escribir, la modifica, la deja reposar y vuelve otra vez sobre el poema. Digamos que está en el mismo poema mucho tiempo hasta que le parece perfecto. Yo no, yo escribo y lo suelto. A veces, con esto de las redes sociales, lo publico tal cual, aun sabiendo que es imperfecto y que podría mejorar. Luego, con el tiempo, si quiero hacer algo más elegante, más presentable, para un recital por ejemplo, lo trabajo. No me gusta obsesionarme con el poema porque si lo hiciera no crearía absolutamente nada. Yo tengo muchas poesías dentro y si me centro solo en una, la otra emoción se queda sin salir. Yo necesito darle salida a todas, porque me ayuda a nivel personal. Yo escupo todo y le voy dando forma si veo que lo merece, si no se queda así. Es un reto conmigo misma para no ser tan perfeccionista.

¿Cómo es tu proceso a la hora de escribir poesía?

No tengo un proceso, Tengo una emoción, tengo un pensamiento, tengo un estado físico o mental, algo que me preocupa, algo que me alegra. Puede ser algo mío de adentro o algo que vea fuera, una conversación, una persona o una imagen, y eso me inspira. Como dicen, inspirar es estar en espíritu, me coloca en un lugar y yo lo escribo. A veces es eso, algo que tiene impacto en mí y lo creo, y otras veces es solo la salida emocional. El proceso es el papel, escribir y volcarlo todo.

¿Cómo definirías tu poesía?

La poesía que hago ahora se parece más a una escritura automática, intento que fluya más porque por medio de ella habla mi inconsciente y veo cosas que quizás no quería ver pero que tienen que salir y eso ayuda a sanar. Es una poesía muy dolorosa, dura y trágica. No es nada amable, ni fácil de leer, pero es muy sanadora. Me sana a mí y creo que a la gente que la lee también porque se pone en contacto con la emoción que le despierta y ayuda a que salga. Creo que eso es positivo. De todas maneras, no sé como lo hago pero siempre al final hay una esperanza en mis poemas. Aunque todo esté oscuro siempre hay una pequeña luz, aunque sea tímida, amarilla, aunque sea miserable, siempre hay una luz. Vuelvo a empezar. Hay un “me levanto”. Trágica pero hay esperanza. Hasta a mi me cuesta leer mi propia poesía, pero en la vida tiene que haber de todo. Si no nos muestran las sombras, pensamos que siempre hay luz. Y he querido enseñar que también somos sombras y que podemos seguir viviendo.

¿Cuál es el fin que te gustaría lograr con tu poética?

Pues en realidad creo que no tengo ningún fin más que el que me ha servido a mí durante todos estos años. Me sirve de terapia y es una forma de entenderme. Si a alguien más le emociona y le hace sentir vivo, eso ya es importante para mí.

¿Qué lugar ocupa, para ti, las lecturas en vivo?

A principio me costaba, pues a pesar de leer de forma correcta, siempre me quedaba con la sensación de que faltaba algo. Ahora intento también transmitir. Lo que he recibido de los recitales ha sido muy bonito. Es bonito cuando se te acercan y en una esquinita te dicen: me hiciste llorar. No es que quiera hacerles llorar pero me llena cuando me dicen que les impacté o emocioné, aunque sea a solo una de las personas que allí están, porque veo que lo hago puede servir a la gente.


Fotografía de Cristina Ruíz

¿Cómo ves el panorama de la poesía en España?

La poesía ahora, parece, que está teniendo un auge muy importante, hay salas que se llenan cuando recitan poesía y a mí me encanta que la gente joven vaya. Yo tengo mi opinión sobre la poesía actual, que se ve influida de cuando estudié literatura, me refiero al instituto, lo que he leído y lo que a mí me enseñaron sobre la poesía construida, trabajada, que no tiene que ser compleja, puede ser sencilla pero que tiene que emocionar, no solo buscar que tú te sientas como yo, porque, por ejemplo, estoy herida. Debe ir más allá. Creo que aparte de la emoción, tiene que haber una construcción del lenguaje, tiene que ser bello. Tiene que ser algo más de lo que es la poesía que está de moda ahora. Hay un montón de escritores de libros que son súper ventas y para mí lo que hacen no es poesía, pero esa es solo mi opinión. No tiene que ser la verdad. Me parece a veces injusto que haya poetas que son buenos pero claro como no tienen tirada, no venden, no hay marketing, ni publicidad, se quedan ahí. Pero bueno, pienso que están siendo honestos con lo que ellos son y que están escribiendo la poesía que ellos quieren y no la que otros quieren leer. Es complicado a veces para el autor respetarse a sí mismo y respetar al público. Si un autor se es desleal, no llega de la misma manera que si es auténtico aunque solo le lean cuatro. Sé que es una idea un poco romántica porque con eso que digo no se va a comer ni a vivir nunca. Y a no ser que me vengan con un súper contrato (se ríe) y cambie de opinión, hoy en día es lo que pienso.

Nos conocimos haciendo teatro, ¿Qué significa para ti el teatro?

El teatro para mí es una forma de jugar, es darme la oportunidad para jugar y poder trasmitir emociones. Fui con la idea de divertirme y también pensando de que podía servirme la experiencia en un futuro para transmitir con mejores herramientas lo que escribo. Cuando uno ve una actuación de teatro, una película, es impresionante ver cómo trasmiten. A mí me gustaría poder hacer una especie de obra de teatro con mi poesía. He visto a gente que recita e interpreta su poesía y es un espectáculo muy bonito. Yo todavía no lo hago, hago lo que puedo pero sí me gustaría trasmitir de una mejor manera posible.

¿Cuáles son tus planes para el futuro?

Me gustaría escribir una novela pero hay una lucha interna, porque me hago mil preguntas y dudo todo el tiempo: ¿Por qué quieres escribirla? ¿La vas a escribir para lograr algo que sea exterior a ti, que no tenga que ver contigo? Así no. Tendría que ser algo que yo disfrutara y me diera igual el resultado. Y eso es complicado en este mundo en el que todo va enfocado a un objetivo. Para mí lo ideal sería ponerme a trabajar en algo por puro disfrute. Estoy
peleándome con eso. También me gustaría seguir promocionando el libro, que siga caminando. Seguir escribiendo y abierta a nuevas experiencias que tengan que ver con la escritura y con el arte en general. No solo me mueve la escritura si no otras cosas que no me he dado la oportunidad de experimentar y creo que ahora es el momento.


Tu poema favorito: No tengo ninguno. Son poemas del momento, de leerlo y decir ¡guau! Soy fiel a mí misma en cuanto a lo que me impacta o no me impacta, sobre todo en poesía. Son como suspiros.

Libro digital o impreso: Impreso

Tu libro favorito: El de pequeña era “Mujercitas” obviamente yo quería ser Jo, que era la que quería ser escritora.

Tu autor o autora de cabecera: Almudena Grandes, Zoé Valdés, Maruja Torres, con historias fuertes e impactantes.

Película favorita: Me gusta mucho el cine pero no puedo decidir.

Obra de teatro: No he visto mucho teatro, pero en su momento me impactó “El Verdugo” en el Teatro Guimerá, con Luisa Martin y Juan Echanove. El teatro impresiona siempre. Ver una obra en directo, cerca, sintiendo el poderío de los actores. Si la obra es buena, está bien montada y los actores también lo son, me gustaría cualquiera.



¿Qué consejo darías a las personas que están empezando a escribir?

Pues que escriban sin pretensiones de escribir bien o mal. La escritura nos ayuda a vivir, hay que expresarse, sin vergüenza. Si quieren mejorar pues que se apunten a algún curso de formación. Pero yo creo que la escritura tiene que ser una forma de expresión y de creación. Lo que tú le aportas a la escritura es tuyo, luego puedes mejorar la técnica o quizás hacerlo más entendible para hacer que el espectador se quede impresionado o impactado, para que le llegue, pero yo creo que lo principal es la actitud de cada uno y de lo que quiera el poder creador que tenemos dentro quiera sacar hacia afuera.


Espero que hayan disfrutado de la entrevista como yo de realizarla. Gracias por leerla. Quiero agradecer a Belén, el haber pasado un ratito conmigo, por desgranarse, ser tan generosa y tener paciencia. Espero que tengas mucho éxito con "Nudismo" y con todo lo que emprendas en tu vida. Belén, mil gracias por ser y estar.

Si quieres obtener un ejemplar de Nudismo, ponte en contacto conmigo.

Fotografías de Cristina Ruíz y Desirée Ramos.